14 octubre, 2004



AMAZONA.


Es la maravilla de su carne,
las delicias que provoca cada beso y su piel,
dedos como saltarines danzantes,
diosa, ambrosía, ¡Mujer!
Sombra entre vagones y armonía,
restos de un desliz sin prueba fiel,
presa de un te quiero, hecho a cincel...
gime un colibrí sobre un corcel.
Fuerza y desatino en los instintos
que se aprietan, se censuran
y vuelven con el rostro afligido,
por correr sin dirección ni un por qué.
...


C'est Finie?? Oui.

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